El
adiestramiento de un perro sordo no es realmente tan diferente como
un adiestramiento canino mediante voces, se trata de una comunicación
diferente, por señas visuales, aunque las recompensas son iguales,
táctiles y por el gusto, dando pequeños premios tras lograr una
acción bien ejecutada. No requiere mucho más tiempo, aunque sí
esfuerzo, y no utiliza necesariamente diferentes métodos, sólo
diferentes señas para llamar la atención del perro.
Mediante
el oído, los perros aprenden el significado de las palabras a través
de la repetición y la expectativa de los mimos, la aprobación de la
persona a quién quieren y respetan. Los perros sordos aprenden de la
misma manera, mediante repetición, pero fijándose en nuestros
gestos y en la recompensa tras una buena ejecución.
Los
perros no entienden nuestra lengua, sea cual sea el idioma en el que
les hablemos, en este artículo se mezclan expresiones erróneas
tratándose de humanos, ya que nosotros tenemos lenguas de signos
convencionales, mientras que lo natural es la comunicación, presente
en las demás especies aún sin un lenguaje doblemente articulado,
los perros tomarán las órdenes que indicamos con las manos como un
lenguaje de señas, una forma de comunicación complementaria con el
animal doméstico, pero las lenguas de personas sordas son lenguas de
signos convencionales como otros sistemas lingüísticos.
Cuando
dos perros extraños se encuentran, hay muy poco sonido, ellos no se
comunican como nosotros, mediante la palabra. Los perros se comunican
través de casi todo el lenguaje corporal en primer lugar, luego por
el olor; se comunican según sus gestos y mímica del cuerpo, también
se huelen y reconocen mejor los olores que nosotros pues nuestro
olfato no está tan desarrollado. Ladrar, gruñir o quejarse es una
forma adicional de comunicación en los enfrentamientos, no es la
principal forma de comunicación perruna.
Si
observamos a los perros que compiten en eventos donde se premia la
obediencia, están obligados a aprender señas con las manos, junto
con comandos u órdenes de voz con muchos otros perros de trabajo,
utilizan el lenguaje corporal o signos claves con las manos para
cumplir una tarea en tiempo limitado. Muchos entrenadores
recomendarán enseñar a los perros comandos de voz en primer lugar,
antes de pasar a signar con las manos. Como las recompensas son
iguales, no es tan difícil enseñar a un perro con señas manuales
aunque esto requiere de paciencia, tesón y esfuerzo por ambas
partes, la enseñanza de las señas con mano a un perro sordo no es
realmente algo inventado especialmente para los perros que han
perdido el oído en la edad adulta o tienen sordera congénita.
¿Necesita
un perro sordo a un entrenador profesional?
No
es necesario contratar a un entrenador, pero puede ser útil tomar
clases de adiestramiento, sobretodo si somos novatos y estamos algo
perdidos. Si bien siempre es posible entrenar a un perro sin ayuda
externa, a veces un entrenador puede indicar otra forma de enseñar
que puede funcionar mejor con su perro, o pueden ser capaces de
ayudar a resolver un problema de comportamiento que están teniendo y
no seamos capaces de corregir. Otra ventaja es que el perro aprende a
socializar hasta cierto punto, mejora su atención hacia nosotros
incluso en una habitación llena de distracciones. También es una
buena idea leer la mayor cantidad posible de literatura y manuales
sobre perros en la educación y el comportamiento de perros sordos.
¿Qué
tipo de señas con las manos son adecuadas?
No
hay señas “malas” o “incorrectas” con las manos, una persona
puede utilizar lo que le venga más cómodo en cuanto a tipos de
señas con las manos, siempre que no sea incoherente. Es decir, se
pueden tomar señas directamente de lenguajes de señas, ya que los
perros no reconocen lenguas de signos convencionales creadas por
humanos, pero sí responden con expectativa a señas recurrentes de
la persona con quién están afectivamente vinculados. Es importante
mantener ciertas señas durante el entrenamiento, sin cambiarlas cada
cierto tiempo ya que el perro no comprenderá esta incoherencia o
confusión, si una seña significaba algo en un momento, no se puede
pretender que súbitamente se busque lo mismo haciendo otra seña con
la mano.
Hay
algunas señas de obediencia básica, pero realmente no es suficiente
para comunicarse con un perro. La ventaja de la utilización de señas
es que la mayoría de las personas que han formado a un perro será
capaz de dar a su perro comandos básicos para evitar problemas de
conducta y que el animal se pierda por distanciarse demasiado durante
un paseo, por no estar controlado con correa, arnés o no disponer de
collar vibratorio.
A
través de los Perros Sordos se recomiendan recursos para aprender
ASL, acrónimo de la lengua de signos americana, tomando así ciertos
signos utilizados para hablar entre personas sordas, que tienen
lenguas de signos convencionales -signando con ayuda de las manos-
como otras comunidades lingüísticas. Esto puede ser una ventaja,
porque cualquier persona que conozca ASL o tenga conocimientos de una
lengua de signos de otra comunidad lingüística del mundo será
capaz de comunicarse con su perro sordo con menos curva de
aprendizaje, porque su repertorio será mucho más amplio de lo
requerido.
Algunas
personas usan modificaciones del ASL o de otra lengua de signos, a
fin de que puedan llevar una correa en una mano y comunicarse con el
perro con la otra. Algunas personas se conforman con los signos del
ASL o toman signos para crear su lenguaje de señas, se puede comprar
un diccionario ASL, o de LSE, lengua de signos española, si parece
un desafío inventar signos propios para el adiestramiento. La
mayoría de las personas terminan utilizando una combinación de
ambos. Cualquier cosa que usted elija es algo “correcto” para
usted y su perro mientras se logre entrenar, los ejemplos y
sugerencias son sólo eso, ejemplos. Siéntase libre de usar (o no)
cualquier seña con las manos mientras sean sencillas y usted sea
persistente en el entrenamiento.
El
entrenamiento para perros sordos con comida, es complementario a la
necesidad de aprobación y mimos como en cualquier otro tipo de
adiestramiento. Con el fin de enseñar a cualquier perro, necesita
una manera de “recompensar” el comportamiento correcto, premiar
al perro tras la consecución de un objetivo. Los premios con
alimentos ricos que le gusten al perro son fáciles de dar y tienen
habitualmente excelentes efectos positivos sobre el animal, un perro
que se entrena sin motivación alguna generalmente no trabajará al
máximo de sus posibilidades y no será muy vigoroso en su
entrenamiento. Hay que dar al perro pequeños premios en alimentos
que le gusten, si vemos que no hace mucho caso es mejor probar con
algún juguete u objeto que le guste mucho y tengamos en casa.
El
tipo de alimentos ideales para dar en recompensa deben ser de pequeño
tamaño, sabrosos y que no sean difíciles de comer y tragar como por
ejemplo cachitos de salchicha, pollo o alguna croqueta para perros.
Es importante no perder tiempo en una comida ya que el perro pierde
la concentración del entrenamiento canino y pasa a comer. Debe ser
un instante de recompensa, algo rápido acompañado de caricias al
animal.
Enseñando
una seña positiva: “¡Buen chico!”
Lo
primero que hay que enseñar a su perro es un signo de “correcto”
o “buen perro”, una seña que sirve de aprobación y de efusiva
muestra de que ha completado con éxito lo que se le pedía. Puede
utilizar la palabra de lenguaje de signos “bueno” o “bien” o
un “pulgar hacia arriba” o cualquier otra cosa que sea cómodo
para usted. Para enseñar, siéntese con su perro y un puñado más o
menos sabroso de pequeños premios para recompensa que le gusten
realmente y que no estén cerca del perro ni los pueda alcanzar
fácilmente, primero debe aprender, luego se le recompensará.
Utilice
su seña de aprobación con el perro mientras se muestra contento y
efusivo con él, ofreciendo una pequeña recompensa de alimento. Este
ejercicio se puede hacer aproximadamente de 3 a 10 veces en varias
repeticiones. Luego, haga el signo sin dar la recompensa y detengase
a ver qué pasa. Si el perro mira como si quisiera decir “¿bien,
dónde está mi premio?”, ¡entonces lo entiende! Recompénsele con
un premio final y hágale caricias.
Enseñando
la seña de “Mírame”
Hay
dos métodos para la enseñanza de “ven hacia mí” o “mírame”.
Una es la de enseñar esta orden como un hábito, algo que el perro
debe hacer mucho, ya que será complicado llamar su atención si no
está muy entrenado y no logramos que nos vea, ya que no puede
oírnos; y la otra teoría dice que se enseña como un comando y que
solamente debe hacerse mediante un signo y no esperar que sea una
respuesta habitual del perro al vernos aparecer.
Para
enseñarlo como un hábito, se ha de empezar mediante la adopción de
un entrenamiento con premio, poniéndolo cerca de la nariz del perro,
después llevando el premio hasta nuestra nariz, dando la seña de
“bueno”, y luego dar el premio para que se lo coma el perro. La
idea es que nuestro perro nos mire a los ojos. Hay que practicar esta
pequeña secuencia en unas repeticiones por unos días. Luego vaya al
paso siguiente, use el premio y mantengalo alejado de usted la
distancia de un paso suyo o de su brazo estirado. Su perro
probablemente examinará el trozo de alimento o el juguete. Espere
hasta que su perro se ponga impaciente, y mire como queriendo decir
“bien, ¿cuando me darás mi premio?” Cuando esté impaciente
entonces entregue su recompensa rápidamente mientras hace la seña
de “buen perro”.
En
un primer momento, lo único que conseguirá es un vistazo rápido,
pero se puede trabajar poco a poco hasta el momento en que el perro
tendrá que mirar nuestro rostro. Usted también debe mantener el
premio en lugares distintos mientras entrena con el perro, diferentes
distancias, en una mano, a un lado, más cerca del hocico… Hay que
practicar también colocando el premio a nuestra espalda, dejando
entender al perro que si quiere obtener su recompensa,
independientemente de donde se encuentre el premio deberá mirarnos a
los ojos para conseguirlo.
La
enseñanza mediante seña o comando de “mírame” es muy similar,
excepto que usted debe realizar la seña elegida para “mírame”
antes de que el perro se esté fijando en su presencia, debe atraerlo
con la seña para que le mire a la cara. Algunas personas empiezan
ayudándose con un premio de alimento para llamar la atención del
perro primero y después hacen la seña, hay que practicar hasta que
se pueda hacer sin mostrar nada de premio, de forma que el perro
ejecute correctamente al ver la seña, solamente con ver su gesto,
reconociendo a la persona y haciendo más sólido el vínculo.
Es
importante lograr que el contacto visual entre el perro y nosotros
sea muy frecuente, que nos busque con la mirada, cuanto más mejor,
ya sabemos que no puede oirnos, pero si nos mira puede atender a
nuestros gestos. Aún entrenando, no hay que deshacerse de la correa
al pasear, porque no podremos llamar al perro si se despista y pierde
nuestro rastro.
Enseñando
la seña de “¡No!”
“No”
es probablemente la palabra más utilizada en la formación del
perro. Es mejor decir que al perro lo que puede hacer, en vez de
limitarse a gritar “no” todo el tiempo. Por ejemplo, si su perro
salta sobre usted cuando llega a casa, ¿qué puede pensar al decirle
“no”? Bueno, ya sabe que no le gusta cuando salta encima, pero no
sabe qué hacer en lugar de eso, no sabe cual es el comportamiento
adecuado que una persona espera de un perro. Por lo tanto, intentará
otra cosa y otra cosa que podrá recibir un “no”. Esto podría
continuar durante bastante tiempo, ya que trata de averiguar lo que
es el buen comportamiento. Es mucho más fácil para ambas partes,
decirle “siéntate” y saltarse el “no” del todo, enseñar lo
que puede hacer antes que enseñar todo lo que no le está permitido
hacer. Realizar un entrenamiento constructivo y positivo es más
fácil, rápido y ahorra muchos quebraderos de cabeza.
Por
lo tanto, la enseñanza no es un poco menos preciso, ya que todo lo
que realmente significa es “parar”, se trata de utilizarlo para
que el perro detenga su acción y preste atención. La mayoría de
las personas usan la enseñanza del “no” con al menos 2 versiones
distintas de “no”, uno para problemas menores, y una para
problemas mayores. La primera es para “No, eso no es lo que
quiero”, y sólo significa detener la acción dentro de un
entrenamiento cuando las cosas no se están haciendo bien.
Puede
agitar la cabeza y cerrar los ojos, cortando el contacto visual con
el perro para reforzar su desaprobación. La segunda es más grave,
sería el equivalente de “¡Para!” o “Stop” significa que
está realmente haciendo algo malo, y debe ir acompañada de un
“lenguaje corporal” mostrando una cara enojada, decepción y
gestos de negación. Esta sólo debe usarse después de la primera,
si el “no” inicial ha fracasado, ya que si se llega a exagerar,
no será útil para nosotros cuando el perro ya esté acostumbrado.
Enseñando
la seña de “Liberación” o “Suelta eso”
Enseñar
una palabra de liberación también es importante. Tanto para soltar
objetos como para pasar a otro entrenamiento o actividad, como para
dar término a una sesión de adiestramiento, dejando descansar al
perro. Si no se avisa al perro con un gesto claro, él tendrá que
decidir por su cuenta, podrá confundirse, insistir o buscar atención
en la persona.
Enseñarle
a su perro a ser tranquilo y no actuar bruscamente
Enseñar
a su perro a ser dócil en la conducta cotidiana es esencialmente lo
mismo que la enseñanza de la inhibición de morder. Los perros deben
aprender que la gente tiene la piel muy sensible, y que deben ser muy
cuidadosos con sus dientes, los cachorros son especialmente
mordedores en sus juegos. Este es un proceso que comienza cuando son
cachorros con sus compañeros perrunos y con los demás perritos de
la camada, sus hermanos. Cuando un cachorro muerde a otro cachorro
demasiado duro, el cachorro chilla y huye. El cachorro que muerde
duro poco a poco aprende que la diversión se detiene cuando las
mordeduras hacen daño.
La
enseñanza de un cachorro a ser suave es una continuación de esta
observación.
Obviamente,
con un perro sordo, gritando no ayuda porque los chillidos no se
escuchan cuando uno está sordo, pero la retirada de atención o los
gestos de dolor si son llamativos para el perro. La enseñanza debe
ser un proceso gradual. Empezaremos tirando de las manos hacia atrás
y levantándose cuando el perro muerde muy fuerte y nos hace daño.
No tire las manos lejos demasiado rápido, ya que puede convertirse
en un juego. A medida que su cachorro aprende, poco a poco el “ay”
se puede realizar un punto más bajo de forma menos exagerada, hasta
que su perro entiende que los dientes caninos en la piel humana son
una cosa mala, que duele.
Enseñando
al perro la seña de “Sentarse”
Sentarse
o “siéntate” es probablemente una de las cosas más
fundamentales que a cualquier perro se le enseña y, probablemente,
uno de los comandos más fáciles también. Comencemos con una
recompensa colocada en la nariz del perro, y luego llevarla detrás
de sus oídos hasta que se siente. Tenga cuidado de no levantar la
mano, o su perro probablemente dará un salto para conseguir la
recompensa en lugar de seguir la sesión de entrenamiento. La
práctica permite conseguir que la seña sea comprendida sin
recompensas, sólo con el gesto de la mano, esto se debe hacer unas
cuantas veces y, a continuación, empezar a trabajar en la mano firme
sin nada más. Puede utilizar el signo de obediencia a la izquierda,
o puede utilizar el signo de la mano de lenguaje de signos para
“siéntate”. Si utiliza el signo de obediencia, el lugar donde
puede llevar el premio es tomado entre el dedo pulgar y la palma de
la mano mientras hace el signo. Una vez que el perro sabe que
significa el signo, no será necesario la recompensa en la mano.
“Tumbado”
es otro comando muy básico, pero a veces es un poco más difícil de
enseñar. La manera habitual de enseñar es que el perro se siente,
para lo cual tenemos que tener controlada la seña de sentarse
primero y, a continuación, poner un premio a un nivel inferior de la
nariz del perro en el suelo. Tenga cuidado de que no se le mueva el
premio hacia adelante o lo deje demasiado cerca del perro, como a
veces el perro se puede poner de pie teniendo una postura con la
cabeza hacia abajo, para obtener el sabroso premio. Este gesto de
obediencia, se hace naturalmente, a su vez hacia abajo en un signo
con la mano, pero también puede utilizar la seña de lenguaje de
signos para la palabra “Tumbado” mientras muestra al perro como
colocarse.
Algunos
perros simplemente no se sentarán facilmente, habrá que esforzarse
algo más para lograr su obediencia ante esta seña. Otra forma de
hacerlo es sentarse en cuclillas o en el suelo con una pierna delante
de usted poniendo la recompensa debajo. Recoger el premio, y hacer
llegar al perro debajo de su pierna para demostrar que el perro
deberá tumbarse y quedarse abajo si quiere obtener la recompensa.
Hay que colocarse lo suficientemente bajo para que el perro deba
acostarse para poder pasar por debajo de la pierna. Tan pronto como
sus codos y el vientre esten pegados al suelo, debemos hacer el signo
“abajo” y darle el premio. También se puede utilizar este método
con una mesa baja o usando una silla.
Otra
forma es más lenta, pero todavía funciona. Colocar un premio en el
frontal de la nariz del perro, y bajar a unos cuantos centímetros
(suficiente para que el perro baje la cabeza). Asegúrese de que su
cola permanece en el suelo y no mueve la pata para alcanzar el
alimento o el juguete (se puede mantener el premio entre el pulgar y
la palma, de modo que la mano se encuentra en el signo “abajo”).
Una vez que está haciendo esto con regularidad, la reducción debe
ir a más, bajando más la posición antes de dar la recompensa.
Cuando el perro baja la cabeza hasta el suelo, empiece a sacar
adelante el premio. De nuevo, asegúrese de que su cola se queda
abajo. Su perro eventualmente puede mover una pata hacia adelante, si
ha bajado y se ha tumbado, hay que recompensarle entonces. Mantenga
la rutina atrayendo más y más a lo largo, hasta que su perro se
acueste. Esto puede tomar unas cuantas clases, pero se puede llegar
hasta allí.
Enseñar
la seña de “Levantarse” o “Arriba”
“Levantarse”
no es un comando que se utiliza mucho, pero puede ser útil cuando
llega el momento del cepillado de su perro, o en la clínica del
veterinario. Con el perro sentado, hay que realizar la seña de
arriba o levantado con una mano que hay que pasar en frente de su
cara. La mayoría de los perros se levantan para recibir la
recompensa si la huelen en la mano o la ven en la mano al pasar
haciendo la seña. Cuando se le da el premio, a continuación, se
debe poner una mano en el cuello y la otra bajo su vientre de modo
que él debe permanecer de pie y mantener esa posición.
Simplemente
el perro debe permanecer unos segundos, luego suéltelo.
Como
él se acostumbra a ello con rapidez, vamos a ampliar el plazo de
tiempo en el que tiene que mantenerse de pie, y tocarlo por todo el
cuerpo incluida la cola, los pies, hocico y orejas. Trata de dar más
recompensa si es necesario. La idea es que el perro permanezca de pie
cómodamente, sin importar lo que está haciendo con él. El signo se
va a iniciar a partir de la nariz del perro hacia adelante, pero debe
ser poco a poco, un movimiento hacia arriba en ángulo que será un
movimiento de barrido brazo recto hacia arriba, de modo que el perro
acaba de pie en lugar de caminar hacia adelante para recibir el
premio.
Enseñanza
de la orden “Espera aquí”, “Detente”
“Quieto
aquí”, “detente”, es un ejercicio que enseña a su perro a
detenerse en un lugar determinado cuando está libre de control.
Estando el perro sentado, y haciendo el gesto de lenguaje por señas
de “espera”, la palma de su mano delante de su cara, o la seña
en lenguaje de signos “estancia”, que utiliza las dos manos. Dar
al perro entonces una recompensa rápidamente, y luego realizar la
seña de “espera” o “quieto ahí” de nuevo, otro premio,
“detente” y un premio más. A continuación, un entusiasta “¡buen
chico!” o “buen perro” e indique que desea cambiar su posición
cuando ha llegado su liberación por conseguir completar exitosamente
la orden.
Poco
a poco, el tiempo entre la petición de “quieto ahí” y la
recompensa debe espaciarse, al dejar un poco más de tiempo el perro
permanecerá sentado durante períodos más largos, la mecánica es
realmente sencilla pero el tiempo se ha de alargar un periodo que
correspondería a tres premios al inicio de la disciplina. Se
recompensa al perro mientras permanece detenido en la estancia y, a
continuación, una vez dando nuestra aprobación efusiva “¡bien
hecho!” cuando se realiza este entrenamiento. Una vez que nuestro
perro parece comprender, pasamos al siguiente paso.
Coloque
la recompensa en el suelo delante del perro. Si bien sigue siendo,
alimentar con un premio de uno en uno a cada vez, con bastante
rapidez. Puede que sea necesario para mantener su cuello en un primer
momento, pero no trate de mantener su posición en una sesión, se
puede entrenar varias veces y hay que tener paciencia. Si el perro o
la perra insiste en levantarse y moverse hacia delante, simplemente
no dejes que se coma la recompensa. Escondelos premios de alimento o
el juguete, cubrelos con la mano, o pasa sobre ellos. Dile que se
siente de nuevo haciendo la seña con la mano, y coloque de nuevo el
premio.
Como
el perro empieza a comprender que significa el movimiento, empiece a
extender el tiempo entre cada bocado de nuevo, haciendo que mantenga
la posición antes de cada recompensa. Añadir poco a poco cierta
distancia. No trate de aumentar la distancia y la duración al mismo
tiempo, hay que entrenar con paciencia dando pequeños pasos para
lograr grandes avances. Si desea que su estancia dure más tiempo, se
puede quedar más cerca del perro. Asegúrese de utilizar el signo de
liberación, de modo que el perro sepa cuando se puede mover. A
medida que su perro es mejor entendedor, se puede añadir algunas
distracciones, puede saltar, poner obstáculos llamativos entre usted
y el perro. Permanecer quieto estando tumbado abajo se enseña de la
misma manera, solamente cambia la posición en la que debe quedarse
el perro cuando está detenido.
Enseñando
la seña de “Déjalo”
“Deja
eso” es una manera de decirle a su perro que no puede tener lo que
sea que está viendo, o que no lo puede comer o llevárselo a la
boca. Para enseñar esto al perro, mantenga un alimento de premio en
una mano, la palma abierta y la otra mano para hacer las señas.
Utilice la seña del lenguaje de signos de “lo dejas” o “deja
eso”, y cuando el perro intente tomar el premio, se pondrá cerca
de su mano entonces dele la vuelta y no deje que se coma la
recompensa. No tire la mano o aumente la distancia o ponga la mano en
alto.
El
perro probablemente acercará la nariz para oler o lamerá la mano, o
tal vez pondrá su pata. Cuando él se de por vencido y se aparte, no
espere unos segundos, para dar la seña de “OK”, “buen perro”
y deje que él se coma su recompensa. A medida que se avance con la
práctica, su perro se dará cuenta de que no puede tener el premio a
menos que se le diga que él puede tenerlo, a menos que reciba una
seña visual.
Eventualmente,
usted será capaz de mantener un trozo de alimento como premio justo
delante de su nariz y que no la toque. Una vez que él sepa que usted
puede indicarle “deja eso” con respecto a otras cosas que también
están por la casa como los alimentos en una mesa o una taza de café,
aprenderá a regular este comportamiento curioso con las cosas que no
le está permitido tomar. Es necesario entrenar con práctica, a
partir de un nivel más lento y sencillo como poner los alimentos en
el suelo, luego en una mesa, y así sucesivamente en otros lugares de
más difícil acceso donde suelen ponerse cosas que el perro no debe
tocar o probar.
Enseñando
la orden “Ven” y “Ven aquí”
Lo
más importante para recordar acerca de la enseñanza de venir, es
que usted nunca debe castigar a su perro cuando viene hacia usted.
Esto incluye cualquier cosa que no le guste a su perro, no nos
referimos unicamente a un castigo físico, si a su perro le da miedo
el momento del baño no entrene para aprender la orden de “ven
conmigo” si piensa bañarle después, si no le gusta ser agarrado
mucho tiempo no le retenga cuando haya conseguido que venga hasta su
posición o no le recorte las uñas justo en ese momento si no le
gusta, cuando practique esta orden, solamente ocupese del
entrenamiento y de la recompensa. No importa lo que hizo justo antes
de llamar al perro, lo único que el recuerda es que vino, y usted le
hizo algo poco agradable.
Si
su perro tiene mal comportamiento, o lo que tiene que hacer cuando el
venga es algo desagradable, es necesario dirigirse hasta el perro en
vez de entrenar esta orden. Usted no desea que su perro tenga dudas
sobre si es o no es seguro que vaya hacia usted en un momento y pueda
acabar en algo desagradable. Además, cuando se realiza la enseñanza
de la seña “ven conmigo”, no se quiere dar al perro ningún
motivo para que piense que va a pasar algo malo. En otras palabras,
no hay que llamar al perro si no estamos seguros de que se encuentra
bien con nosotros y de que vendrá por si mismo. Esta orden es
especialmente dificil, si hemos logrado conseguir alguna de las
básicas podemos estar muy contentos porque con este aprendizaje se
puede llegar a tardar mucho tiempo hasta tenerlo dominado, algunos
perros no mantienen una permanente obediencia ante las llamadas hasta
que no son adultos entrenados con unos 2 años.
Dicho
esto, la enseñanza es muy similar a las anteriores señas. Por lo
general, puede usar dos formas de proceder. El primero es una seña
“ven aquí” que puede utilizar cuando el perro está cerca de
usted. El gesto del lenguaje de signos para la palabra “Ven”
funciona bien para esto. El otro es un gran gesto de barrido cuando
el perro está más lejos de usted, a veces esto se hace por encima
de su cabeza, para realmente obtener su atención, sirve cuando el
perro está a una cierta distancia de nosotros y no podríamos
cogerle.
“Ven
conmigo” es una forma casual de pedir al perro que venga con
nosotros, es opcional para el perro, y se utiliza cuando no importa
si el perro nos sigue o no como por ejemplo si estamos moviéndonos
por la casa y queremos que nos siga hasta alguna habitación, para
estos casos no es necesario entrenar con sistema de recompensa.
Si
bien con la enseñanza de una seña seria como “Ven”,
especialmente con un perro sordo de cierta edad que puede no haber
tenido buenas experiencias anteriores, es probablemente una buena
idea utilizar una cuerda en el collar del perro. Nunca deje la cuerda
en el collar del perro cuando no está allí para supervisar. Puede
ser un hilo o una cuerda muy corta si entrena dentro de la casa, y
más largo para entrenar fuera. ¡No utilice esta cuerda para tirar
del perro hacia usted! Es preferible equiparse con algunos muy buenos
premios, alimentos y juguetes, anime a su perro para venir con usted
(si es un poco lento, dé la vuelta y comience a correr para otro
lado, casi todos los perros accelerarían para seguirle).
Cuando
llegue hasta usted, tome la cuerda rapidamente sin tirar de ella,
solamente para que no se vaya, hay que darle entonces la recompensa y
luego regresar al punto de partida ya caminando con el collar sujeto.
No hay que tomar la cuerda hasta el final y hay que recompensar a
nuestro perro cuando viene hasta nosotros. Si completa con éxito lo
que le pedimos, le elogiaremos, le haremos la seña de “buen
perro”, le podemos dejar ir y jugar otra vez a que venga hasta
nosotros. Si un perro piensa que sólo le llaman para hacer que venga
a jugar, el perro no vendrá por otros motivos. Esta práctica por lo
menos se debe realizar 3 veces en cada sesión de entrenamiento.
Eventualmente, usted será capaz de no tener que colocar una correa
en el collar del perro, porque para su amigo de cuatro patas, llegar
al encuentro de una persona de la familia será la cosa más
maravillosa que podía hacer.
La
enseñanza de las señas de “Ir” y “Moverse”
“Ir”
y “Moverse” son muy similares, pero ligeramente diferentes. Con
“ir”, el perro debe pasar a un lugar específico, o en una
determinada dirección, debemos indicarle hacia donde debe ir.
“Mover” se entiende simplemente para salir del camino, o salir de
la zona inmediata donde nos encontramos, sobretodo para casos en los
que puede venir un peligro, un grupo de transeuntes, ciclistas,
entonces nos movemos simplemente a un lado.
Al
enseñar la seña de “ir”, se puede comenzar con su perro sentado
a su lado. Tras decir la seña de “quieto” o “espera”, hay
que caminar unos pasos delante y poner el premio en el suelo a corta
distancia. Entonces regresamos de nuevo hasta la posición del perro,
y hacemos el signo que hayamos elegido para “ir” señalando al
premio que está en el suelo. Esto debería funcionar. Normalmente el
perro debe ir a tomar el premio que ha sido colocado. Después de la
práctica de este ejercicio varias veces, tratemos de poner dos o
tres pequeños contenedores limpios en diferentes posiciones delante
del perro. Haga la seña a su de sentarse y permanecer de nuevo
quieto.
Coloque
la recompensa, por ejemplo trozitos de comida sabrosa en diferentes
lugares, dentro todos o de alguno de los contenedores y conserva
algún premio con usted. Indique a su perro que debe “ir” a uno
de ellos. Si va hasta él, deje que coma rápidamente un alimento (ya
sea de la mano o al abrir el recipiente). Si él va hacia otro lugar
o no viene hacia donde queremos, dar una negación entonces con la
seña de “no” (agitar la cabeza hacia los lados con desaprobación
también ayuda) y llevarlo de vuelta al punto de partida para volver
a intentarlo. Una vez que entienda que debe ir a donde usted le dice
a él, oculte los contenedores y comience a practicar con direcciones
sin usar obstáculos de señuelo. Usted quiere que su perro sea
obediente para ir a donde usted dice, si hay comida o si no hay una
recompensa visible.
Para
enseñar a “moverse”, haga la seña escogida de “mover” para
su perro y, a continuación, ande arrastrando los pies hacia él.
Debe salir fuera del camino o de una zona donde se encuentren,
echarse a un lado. No trate de correr con su perro hacia algna
dirección, simplemente haga que se mueva al observar como anda
usted. Cuando lo haga, le haremos la seña de “buen perro”, le
daremos un premio y, a continuación, trabajaremos en otra cosa
durante unos minutos antes de intentar de nuevo este ejercicio.
Después de un par de sesiones, el perro debe comenzar a entender que
“mover” significa salir del camino, no obstaculizar, echándose a
un lado.
Enseñanza
de la orden de “Pasear”
Los
perros se comportan involuntariamente de forma incorrecta durante los
paseos, acostumbrándose a tirar de la correa. Cada vez salen con una
persona para un paseo, suelen tirar, y la persona entonces les sigue
a lo largo del camino andando detrás, por lo que el perro piensa que
eso es lo que es un paseo. Es más fácil enseñar a un cachorro sin
malos hábitos como caminar bien, pero a un perro de más edad se le
puede enseñar también.
Para
enseñar a un perro a caminar de forma agradable con una correa es a
menudo más fácil para comenzar la formación sin usar la correa.
Empiece con un puñado de premios y, si bien jugando, recompense a su
perro cada vez que camine a su lado, sin separarse del mismo nivel,
ni quedarse atrás ni ir por delante. Cuando el perro empieza a
hacerlo más a menudo, la introducción de una seña mediante el
tacto como palmaditas la pierna o la cadera empieza a ser útil. Una
vez que parece estar haciendo bien esa parte, se puede introducir el
entrenamiento con la correa. Después de que ande de forma agradable
en un paseo en el patio trasero, o en una zona controlada sin tráfico
o personas extrañas, trate de caminar por la acera o por algún
camino cercano a casa, con la correa.
Para
perros que ya han aprendido a ser muy fuertes y obstinados tirando de
la correa se puede controlar al perro por medio de una correa
especial que sujeta mayor parte del cuerpo, no solamente al cuello
con cuerda extensible.
Hay
muchas otras maneras de enseñar a un perro a no tirar. Dos de los
ejercicios más comunes son: primero, parar la marcha para poner fin
al paseo con su perro cada vez que tira (en este caso, volverá a ver
por qué usted no está en movimiento); segundo, tirar a su vez hacia
nosotros e ir a otro lado cuando tira de su perro (mejor teniendo al
perro cerca para que no sea molesto y no desorientemos al perro) de
modo que nos acompañe sin ir delante sino al lado.
Bueno,
han sido muchas señas básicas pero dominarlas no va a ser
precisamente fácil. ¡No hay que parar aquí! si usted puede,
entrene más, más fácil será después para enseñar al perro
nuevas señas, nuevos comandos a ejecutar. Hay muchas, muchas cosas
que usted puede enseñar a su perro, y cuanto más entrenen y
aprendan los dos juntos, más fuerte será el vínculo entre el perro
y el amo. Usted puede enseñarle a su perro nombres de varias cosas
(pelota, juguete, hueso), o los nombres de los miembros de la
familia. También puede atreverse con trucos que pueden resultar
divertidos para los perros como rodar por el suelo, dar la patita
para saludar… El único límite es la imaginación y perseverancia
en el entrenamiento. En cualquier caso, primero hay que empezar por
lo básico, entrenar duro, recompensar y tener mucho ánimo y
paciencia.
Centro
Veterinario Leuka